Inquieta...

Logre quietar el sol que enrojecía tu mirada y no te dejaba mirarme…
Temía ahogar su potente fuego con el débil surco de agua que mis ojos te podían ofrecer
Fue entonces que Salí a rescatar el verde de tu alma y llevarla hacia mi corazón
Tome tu mano entonces y te invite a navegar por el claro mar que organice para ti…pedí prestado valor y pelee con mi orgullo.
Respiro junto a tu púrpura exaltado que descansa junto a mi y decidí ser una excepción para ti..
Luzco una figura perpetua y pretendo condenar tu respiro hasta que la luz de mis ojos se cuele en tu pensamiento.
Gritas cósmico al viento que envidio por rozar tu piel y pretendo no escuchar las tiernas palabras que susurras a mi oído.
Emana entonces de mí, prosa como miel enredada en panal de circunstancias apetitosas que disfruto junto a ti en la helada tarde de otoño que observa condenada nuestros rostros inquietos.
Te quise cuando mirabas mis labios y no te atrevías a besarlos, ahora que me abrazas…cierro los ojos y solo quiero…dejarme llevar.